No sé si el nombre le viene
por encontrarse dentro de La Pampa en cualquier parte
o porque era un yuyo que tomaban los indios pampas.
De todos modos me voy a referir a este arbusto tan
conocido, cuyas propiedades medicinales son utilizadas
con toda confianza por el hombre de campo.
Té pampa, también se conoce por manzanilla silvestre,
o té del campo. El nombre de té que se le da le viene
del color que deja en el agua que es igual al té común.
Generalmente se ingiere luego de comer carne con mucha
grasa o cuando el estómago se siente pesado, es decir
en todos los casos como digestivo.
Yo aconsejo por experiencia, tomar el agua de las
ramitas con hojas y todo por supuesto esto como digestivo.
Como purgante, la raíz masticada o hervida en un poquito
de agua, tomarlo en ayunas bien calentito y amargo,
todos los yuyos silvestres resultan más efectivos
tomándolos sin azúcar. Es de agradable sabor, por
esa razón a veces la echan en la pava y tanto para
el mate amargo o el dulce resultan deliciosos. Además
se lo toma como purificador de la sangre, operación
que se efectúa en los meses de julio-agosto.
Para organismos algo delicados no es aconsejable tomarlo
muy seguido, pues produce aligeramiento intestinal.
Estos datos resultarán útiles para quienes transitan
por casi toda la pampa, a excepción de la parte sur,
parece que esta yerba no prospera en zonas frías de
terrenos pedregosos.
La perlía es una plantita de flores amarillas de olor
algo desagradable, casi está pegadita al suelo, se
cría en las grietas de las piedras, también a orillas
de las bardas, siempre hablando del Oeste. Este yuyito
en té para el estómago es una maravilla, siempre que
el malestar estomacal sea producido por exceso y no
falta de comida.
La yerba del avestruz, una plantita de terreno arenoso,
digo por si el que lo necesita no dispone de los ya
mencionados, es finita, de unos 20 centímetros, con
flores de color lila, produce el efecto de la buchina
de avestruz.
Poleo, paico, raíz de abrojo, ruda, todo en ayunas
es muy bueno. Si con esto no se mejora y el empacho
es con grasa de piche, de potro o avestruz, nada mejor
que quemar un trozo de carne o cáscara, póngalo en
un jarro, échele un poquito de agua para dos o tres
tragos nada más. Recuerde aquel viejo consejo que
dice: la mordedura del perro, con el mismo pelo sana.
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