El hombre de campo siente cierto
cariño y respeto por este animalito. Es un ave poco
conocida por estos alrededores cercanos a nuestra
capital.
Tal vez como en el año 1970 vi en el Chillén un casal
de éstos, por supuesto que llamaron mi atención causándome
gran alegría, verlos allí con sus costumbres para
mí tan conocidas. Es de hábitos diurnos, a veces si,
se mueve un poco tarde, pero es de acuerdo a sus obligaciones.
De cuerpo mediano no mayor al de una gallina ordinaria,
sus plumas de color amarillo con otras de otro color
negro en las alas, salpicado el cogote y cabeza, pico
largo, formación curva hacia abajo, es blando lo que
le permite introducirlo en las cuevitas de los bichos
y hormigueros o agujeritos pequeños. Es curioso su
modo de cómo mete el pico casi hasta los ojos y gira
el cuerpo casi en redondo a uno y otro lado.
Sus costumbres más conocidas no se parecen a las de
otras aves, por lo menos de La Pampa. Creo que sería
muy acertado si nosotros, los hombres, siguiéramos
aunque fuese en parte el ejemplo de compañerismo que
nos dan estas aves.
Por naturaleza es mansa. algo curiosa, generalmente
son un casal, siempre juntos, el macho se distingue
como tal. A veces son 4 o 6 , pueden ser más, pero
muy rara vez número impar, cuando se da un caso así
es seguro que uno ha muerto.
Cuando se dan estas agrupaciones es en otoño o invierno,
en primavera son solamente dos que discurren algunos
gritos de alerta cuando divisan una persona o algo
que les llama la atención.
En vuelo parecen saludar desde la altura con su inconfundible
... cloc-cloc-cloc-clic o algo parecido dos o tres
veces repite este grito. Cuando se da este caso, el
hombre de campo contesta al saludo con un chau.. .chau,
levantando la mano o revolea el rebenque en forma
horizontal que significa algo así como que les vaya
bien.
Su nido puede hacerlo en un piquillín o chañar de
poca altura pero si, lo más arriba que se pueda y
en lugar bien seco. Su construcción es bastante desprolija,
creo que en ocasiones ocupa los nidos abandonados,
se compone de varios palitos largos y delgados pero
no bien colocados, así nomás medio a la criolla. Pone
dos huevos alargaditos color overos negro y ceniza.
No sé cuánto tarda en salir el pichoncito pero se
debe acercar a los 28 ó 30 días. Se turnan medio día
cada uno en la tarea de cuidar el nido y buscar alimento,
de ahí que a veces regresa un poco tarde uno de ellos,
la distancia a recorrer es mucha, nunca el nido está
cerca de donde ellas andan, Conocí un caso donde el
nido distaba unos 30 kilómetros en línea recta ¿qué
le parece?. Buscarle el nido a las bandurrias da unos
vuelos cortos, grita un poco, da unas vueltas, por
último se vuela, toma directamente el rumbo exacto
a seguir, pero se eleva de acuerdo al estado climático
reinante. Por esa razón el criollo, cuando capta el
vuelo en campo abierto puede deducir el estado del
tiempo que se avecina.
En cautiverio es muy útil y laboriosa, pero cuando
siente hambre es más cargosa que muchacho loco. Pide
abriendo el pico y produciendo una especie de siseo
constante, moviendo la cabeza de arriba hacia abajo.
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