amigos de Sábato continúa fiel al
festejo, aunque en los últimos tiempos
se observan
rostros nuevos. Varios son jóvenes de barrio
que, algunos sábados por mes, llegan de
lejos para charlar con el escritor sobre literatura
y sobre la vida.
Hoy
estarán, entre otros habitués, su
biógrafa y amiga desde hace más
de medio siglo, la escritora Julia Constenla -viuda
de Pablo Giussani-; la artista plástica
Silvina Benguria; el compositor Ben Molar; el
director de la Biblioteca Nacional, Horacio Salas;
el músico Eduardo Falú, y el periodista
Miguel Wiñazki.
Molar
decidió este año un regalo original:
un busto en bronce de Sabato, con arrugas y todo,
que será inaugurado hoy en el Museo Saavedra.
La obra es del artista Martín Naef.
Este
día estarán también los nietos
y familiares directos del escritor; su colaboradora
Elvira González Fraga, su asistente personal
Diego Curatella y Gladys, la responsable de los
pastelitos, tradición heredada de Matilde
Kuminsky, la difunta esposa del escritor y, antes,
de la madre de Sabato.
Anécdotas
Cuenta
Julia Constenla que "Ernesto suele decir
que su amistad data de hace más de medio
siglo y 20 kilos que engordé yo. En realidad,
los kilos fueron menos". Recuerda la biógrafa
de Sabato que uno de los regalos más insólitos
que el escritor recibió en un cumpleaños
fue el de la bailarina Iris Scaccheri. En la casa
de Santos Lugares la artista bailó un fragmento
de un ballet creado con textos de "Sobre
héroes y tumbas".
La
pintora Silvina Benguria cuenta que cada año
reitera el rito de llevarle como regalo el vino
de su preferencia. Sólo una vez, dice,
"le regalé un suéter colorado,
su color preferido, que usó muchísimo.
Es la persona más generosa que he conocido
en mi vida".
Benguria
destaca, como dato saliente de cada 24 de junio,
la renovación de gente joven que asiste
a saludarlo. "Cada año hay alguien
expectante por conocerlo y saber qué puede
depararle en el futuro su destino."
Sorpresas
siempre hay. El año último hubo
mariachis y el anterior, un talentoso gaitero.
Pero, quizá, lo más interesante
sea la diversidad de la gente que hoy lo saludará,
sea por teléfono o en forma personal. Desde
el premio Nobel José Saramago y otros notables
intelectuales del mundo hasta sus vecinos de Santos
Lugares.
Este
año, dado que Sábato conoció
al presidente Néstor Kirchner a instancias
del reconocido músico Miguel Estrella -un
amigo común-, no son pocos los amigos del
escritor que se preguntan si habrá algún
llamado desde la Casa Rosada. Este
contacto estuvo ausente en los últimos
dos cumpleaños de Ernesto Sabato.
Susana
Reinoso - junio 2009 |