HISTORIAS
DE JINETES
DON ROSARIO BALMACEDA:
EL POBRE VIEJO
Autor: JUAN
PABLO MORISOLI ( Topógrafo
, Escritor y Viajero).
CONTANDO LA PLATITA Me
dice: A los pocos días me fui a La
Carlota a competir y saqué dos premios
, en total gané 7.000 pesos , andaba como
perro gordo -dice don Rosario-, a la noche volví
a Santa Rosa y ya paré en el hotel París
y en la pieza contaba contento la platita.
Luego de eso salí de gira por Bahía
Blanca y más tarde al centro de la
provincia de Buenos Aires , giras largas
por fiestas hermosas y muy bien puestas donde
seguí ganando, por suerte .
El Pobre Viejo siempre gustó
de la jineteada a campo , o sea desde que se larga
el animal del palenque con su domador arriba ,
el animal tenía muchas posibilidades de
corcovear y también así se podía
lucir el jinete, y el espectáculo terminaba
cuando el animal enfilaba para el corral donde
estaba la caballada.
Ël me explica que de esa manera libre o abierta
se veía un animal bravo y se podía
apreciar jinetear y decidir claramente quien era
buena monta o en su caso la mejor. Todo esto cambió
cuando según Don Rosario , invitaron a
los norteamericanos que trajeron su moda del timbre
o la campana.
Digamos que de esta manera se acotó el
tiempo al máximo y también las posibilidades
de mostrar la jineteada , porque -como el dice-:Si
un caballo es lerdo para corcovear, da dos saltos
y ya sonó el timbre , vienen los apadrinadores
y lo bajan y el jinete no pudo mostrar nada y
así gana otro.
Desde el año 1962 más o menos se
introdujo esta moda y se quedó para siempre
transformando las domadas en un negocio rentable
y con mucho de circo, de esa manera entraban por
jornada cientos de montas , con el sistema que
nuestro entrevistado no comparte en absoluto.
LA BANDA ORIENTAL
Su
vida se desarrolló dentro de este oficio
duro y riesgoso , una vez casado siguió
recorriendo el país y también el
Uruguay y allí vivió unos años
en un pueblito fronterizo con Brasil.
Allí ocupaba una pieza en los fondos de
una pensión , porque le molestaba la bulla
y a la mañana temprano mateaba tranquilo
en la galería a la sombra de una glicina.
Como había sido invitado le ofrecieron
seguro y todas las atenciones necesarias, y fue
tanta la mala suerte que montando un caballo este
lo pateó entre ceja y ceja, mientras lo
cinchaba. Me explica Don Rosario que estos animales
tienen una media herradura y que justamente con
esto le abrió la cara, pero como tenía
seguro fue atendido de lo mejor hasta inclusive
cuando le dieron el alta los médicos.
Ese paso por los hospitales uruguayos le hizo
comparar la diferencia con el seguro argentino
, y me dice al respecto:El seguro argentino
es solamente para cubrir la realización
de la jineteada y que me perdonen los que las
organizan pero es así.
Me habla de otros accidentes y cuenta sus trece
quebraduras, entre las mas bravas tiene un
reemplazo de toda la rodilla izquierda por una
de platino , injertada en los dos huesos de su
pierna.
Diario "La Arena" - Sup "Caldenia"
. 10 de agosto 2003 - Pag 10 y 11-
Autor: JUAN PABLO MORISOLI - TOPOGRAFO
, ESCRITOR Y VIAJERO. COLABORADOR DE CALDENIA
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