Olga
Orozco
(1920-1999)
Biografía
Olga
Orozco nació el 17 de marzo de 1920 en Toay, La
Pampa. Olga adoptó como apellido literario el de
su madre; su padre, siciliano de Capo
d' Orlando, se llamaba Carmelo Gugliotta; su madre
era Cecilia Orozco, nacida en San Luis.
Del ambiente familiar y de los campos y bosques
que explotaba su padre- guardaba entrañable memoria.
Constituían el paraíso de la infancia. Sus primeros
años transcurrieron entre aquella población y Buenos
Aires. En 1928, la familia se trasladó a Bahía Blanca
donde la niña se aficionó al mar. En 1936 se instaló
en Buenos Aires y aquí se recibió de maestra. En
la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Buenos Aires conoció a Daniel Devoto, a Eduardo
Jorge Bosco y, más tarde, a Alberto Girri, poetas
y amigos muy queridos. Pronto trabó amistad con
Norah Lange y Oliverio Girondo, animadores de un
círculo literario y festivo en el cual se vivía
y se cultivaba el surrealismo. En 1940 integró el
grupo que colaboraba en Canto, una de las revistas
de la generación del 40. En esta época, Olga
hacía comentarios sobre teatro clásico español
y argentino en Radio Municipal en un ciclo destinado
a ese tipo de obras. Formó parte de un grupo
de radioteatro, se convierte así en actriz
radial entre 1947 y 1954 con el personaje Mónica
Videla. Trabajaba también en Radio Splendid en la
compañía de Nidia Reynal y Héctor Coire.
En los 60 trabajaba como redactora en la revista
Claudia.
-"Los poetas que tuvieron influencia sobre mi -señala-
fueron San Juan de la Cruz, Rimbaud, Nerval, Baudelaire,
Milosz, Rilke.-
Su primer libro, Desde lejos (1946), Las muertes
(1952), Los juegos peligrosos (1962), La oscuridad
es otro sol (1962), Museo salvaje (1974), Cantos
a Berenice (1977), Mutaciones de la realidad (1979),
La noche a la deriva (1984), En el revés del cielo
(1987), Con esta boca, en este mundo (1994), espléndido
conjunto de refinada calidad literaria.
En los 90 muere su esposo, el arquitecto Valerio
Peluffo (estuvieron unidos durante veinticinco años).
El 17 de noviembre de 1995 presenta en Toay y en
su casa "También luz es un abismo".
El 28 de noviembre de 1998 recibe en Guadalajara
el VIII Premio de Literatura Latinoamericana y del
Caribe Juan Rulfo.
"Viajó por países de la América hispánica.
Una beca del Fondo Nacional de las Artes le permitió,
durante nueve meses, recorrer España, Italia, Francia
y Suiza.
Trabajó en el periodismo utilizando numerosos seudónimos,
respondió a consultas sentimentales y a cálculos
astrológicos, mientras se iban acumulando distinciones
y homenajes: el Primer Premio Municipal de Poesía,
el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina
para la Poesía, el Premio Municipal de Teatro por
una pieza inédita titulada Y el humo de tu incendio
está subiendo; el Gran Premio del Fondo Nacional
de las Artes, el Premio Esteban Echeverría de Poesía,
el Primer Premio Nacional de Poesía, el Gran Premio
de Honor de la SADE, la Láurea de Poesía de la Universidad
de Turín, el Premio Gabriela Mistral, otorgado por
la OEA, el Premio Juan Rulfo.
Sus poemas- muchos de ellos recogidos por La Nación-
atraían a poetas de las nuevas generaciones, que
con frecuencia en homenajes y recitales rodeaban
a Olga y la aclamaban, atraídos por sus textos,
sin duda, pero también por su seductora personalidad
y hasta por su sola presencia. Leía inmejorablemente
y, gracias a esa virtud, sus recitales resultaban
espectáculos que encendían el entusiasmo del público.
Emanaba de Olga Orozco una fuerza irresistible.
Poseía una inteligencia sutil y sabía explayarse
con lirismo y ternura. No era la suya una fantasía
embrollada y caprichosa; su intelecto limpiaba y
ordenaba la imaginación dotándola de esa ejemplar
armonía propia del arte destinado a perdurar. Su
obra, traducida a varios idiomas, es una preciosa
conquista argentina para todas las letras hispánicas.
Queda ahora cerrada, pero al mismo tiempo se abre
a los múltiples goces de futuros lectores".(1)
Falleció el 15 agosto de 1999 a los 79 años
como consecuencia de una afección circulatoria,
sus restos se encuentran en un cementerio privado
de Pilar, provincia de Buenos Aires.
" Orozco murió en el sanatorio Anchorena, de
la Capital Federal, donde había sido internada dos
meses antes y sometida a varias operaciones. Siendo
una de las principales exponentes de la poesía latinoamericana,
la escritora siempre optó por un perfil bajo y prefirió
que no trascendieran sus problemas de salud. A poco
de conocerse su fallecimiento, numerosos intelectuales
la recordaron. Así, Horacio Armani subrayó su afán
por "alejarse de la versificación tradicional".
Por su parte, Cristina Piña dijo que su obra "trasciende
influencias". Y Antonio Requeni se refirió
a ella no sólo como a la poeta más importante del
país, sino "del idioma español".(2)
(1),(2) - Diario "La Nación"
- autor Jorge Cruz - fecha 17.08.1999
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