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Publicación nativa de cultura e interés general- Año1 - N°1 - Julio de 2009

Educación, un trabajo compartido por Federico Grosso - docente

 

La educación es un complejo proceso en el cual existen muchísimos elementos interrelacionados y está, además, estrechamente ligada a todas las actividades sociales y áreas de conocimiento.
La enorme acumulación de conocimientos, las experiencias transcurridas y recordadas desde que el hombre por primera vez levantó una vara para bajar un fruto, desde el primer fuego se han ido sumando; nuestros antepasados han sabido reconocer su utilidad y transmitir enseñando esos conocimientos a nuevas generaciones, que a su vez, agregaron nuevos conocimientos que modificaron las formas de idear y de crear los modos de ver el mundo que nos rodea y sugiriendo nuevas tácticas para resolver problemas.
Se vincula también con todas las áreas del conocimiento, con todas las edades y todos los ámbitos sociales; se relaciona a lo afectivo, a lo moral y a lo cultural, a lo cotidiano y a lo práctico, a lo individual y a lo comunitario, a lo político, a lo económico… La enseñanza ha existido desde tiempos remotos, mucho antes de que se sistematizara en aulas con libros, cuadernos, con contenidos y métodos preestablecidos; la enseñanza se ha nutrido de las demás ramas sociales, exactas y naturales; y ha sido, por sobre todo, el elemento clave para la "evolución" de los humanos.

La educación es, entre otras cosas, un instrumento que se utiliza para traspasar conocimientos de una generación a otra, una sucesión de conocimientos que se van acumulando y renovando con cada generación; es además, una interrelación continua desde el nacimiento, es decir que desde que el niño nace los padres van enseñándole particularmente modos de comportarse y formas de ver el mundo que le rodea; esta razón hace de los padres los primeros educadores. Muchos son los conocimientos que se transmiten y son además válidos y útiles socialmente: caminar, hablar, saludar, comer determinada cosa y no otra, leer, escribir, nadar, otros conocimientos de tipo moral, emocional y afectivo, entre otros.
La conquista del conocimiento es un proceso lento y continuo y se necesita tiempo y paciencia para que un conocimiento se incorpore, se acomode a esa cabecita y se integre en una aplicación. Vigotsky plantea la teoría del aprendizaje social y hace alusión a que el niño aprende constantemente de su entorno, esto nos pone a nosotros (los adultos) como modelos de su constante aprendizaje y nos obliga también a aprender.
Este modo de aprender continuo que tienen los niños nos exige una atención constante en dos sentidos. Primero que cualquier momento, una conversación, un juego, un cruce de miradas puede ser válido para una enseñanza y un aprendizaje, y segundo nos exige atención para con nuestros actos, nuestras conversaciones, nuestros programas de televisión, nuestros libros, nuestras costumbres y ritos.
Ahora bien, una pregunta inevitable es ¿qué enseñamos a nuestros niños, qué conocimientos ponemos a su alcance? Decidir cuáles deberían ser esos conocimientos es una ardua tarea, quizá la pregunta que nos haría el camino más corto sería ¿para qué enseñamos a nuestros niños, cuál es la razón para acercarles tal o cual conocimiento? Las respuestas a estas preguntas no son sencillas y exigen una reflexión colectiva entre padres e hijos y en la comunidad entera, a través de una comunicación abierta al diálogo y que fomente la tolerancia y la comprensión del otro.
Para responder estas preguntas La Educación del nuevo siglo a través del informe Delors (La Educación encierra un tesoro), documento pedido por la UNESCO a una comitiva encabezada por Jacques Delors, propone cuatro pilares fundamentales: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Padres y docentes deberían trabajar en conjunto, pero en distinto grado de profundidad, y acercarle al niño conocimientos teniendo en cuenta estos cuatro pilares: Saber, Saber hacer, Saber convivir y Saber ser.
Es importante que los padres se acerquen a la escuela y que los docentes sean capaces de guiar a los padres abriendo espacios de reunión y debate, proponiendo alternativas creativas y buscando junto a los padres el bienestar de los pequeños.

Autonomía infantil

La independencia o autonomía infantil es un factor importante en los primeros años de vida, sin ella el desarrollo cognitivo se trunca y repercute en la vida social. La autonomía no es un conjunto de hábitos para poder realizar las tareas por sí solos, sino que se da con el desarrollo de la personalidad; no es sólo hacer, sino también tener iniciativa para realizar tareas, pensarlas por nuestra propia cuenta. Esta independencia no empieza en los niños sino en los padres que deben poder dejar que sus niños se ocupen, en la medida de sus posibilidades, de sus propias cosas. En este proceso la autoestima cumple un papel fundamental, pues en ella el niño apoyará la iniciativa de intentar hacer él mismo las tareas (¡yo! te dicen). Es importante que los adultos estimulen la autoestima para que el niño se sienta seguro de sí mismo para poder ir enfrentando los retos o desafíos que se le presentan a diario. Tal vez por comodidad, o para evitar que se hagan daño, o porque no se confía en las capacidades de reacción del niño es que se interfiere en el proceso de la Autonomía Infantil; sobreproteger al niño adelantándose a sus movimientos e impidiendo que resuelva sus propios problemas no ayuda al desarrollo de la autonomía. Los padres deben ser un punto de referencia y no un mayordomo servicial, no es sencillo mantenerse al margen cuando el niño está haciendo una tarea y no le sale como a uno le gustaría, o escuchar esos enojos y llantos porque las cosas que quieren hacer no les salen, pero es necesario para que se desarrolle la autonomía dejar que, en la medida de sus posibilidades, ellos mismos resuelvan sus propios problemas; es más importante, en este proceso, el papel que cumplen los padres que la predisposición del niño.
Es primordial, que cada padre reconozca las capacidades del niño para poder ayudarlo en la medida justa y no solucionarle problemas cotidianos que él puede resolver solo; estimular al niño cuando realiza bien una tarea con frases positivas como "Te felicito por lo que has hecho, muy bien" o "Yo sé que lo harás" o "Creo lo que me dices"; dejarlo cuando intenta hacer alguna tarea solo, aunque ensucie y se ensucie; presentarle opciones y respetar su decisión contestando sus preguntas pero haciéndolos pensar, enseñándoles a buscar soluciones fuera del seno familiar y por sobre todo no desanimándolos en sus planes. La autonomía es el instrumento fundamental para que el niño se relacione con el entorno que le rodea y con los demás.
Los niños aprenden a ser autónomos en las pequeñas actividades diarias que desarrollarán en casa, en la guardería o en el colegio; ellos desean crecer, quieren demostrar que son mayores en todo momento. Les toca a padres y educadores la aplicación de tareas que ayuden a los niños a que demuestren sus habilidades y sus esfuerzos; poner, recoger, guardar, quitar, irse al baño, comer solos, etc., son acciones que ayudarán a los niños a situarse en el espacio en que viven, y a sentirse partícipes en la familia y entre sus amigos.

Entrevista - con Silvina Ferreira, coordinadora del taller creativo para padres "Casa de Familia", Córdoba.


En la actualidad, ¿qué rol cumplen los padres en la educación de los niños pequeños antes de ingresar a la etapa escolar?
S. F.: El rol que deberían cumplir es el de sostén, el de permanencia, el de cuidado, el de estímulo, el de juego. Esos podrían ser algunos lineamientos ideales, aunque no siempre son posibles ni viables ni reales para algunas familias.
- ¿Y en relación a la educación escolar?
- El mejor estímulo además del cariño, del afecto, del sostén, que es alimento para el aprendizaje, para el desarrollo, para la inteligencia, está siempre en el hecho hablarles, en leerles, en ayudarlos a comprender los ciclos naturales que pasan en la vida cotidiana, en contarles historias propias y ajenas, reales y fantaseadas; todo esto va haciendo que el niño entre en un mundo que es el mundo del conocimiento, que después toma la forma estructurada y sistemática de la escuela y que en principio tiene que ver con que vamos a transitar el mundo del conocimiento. La familia es la que inaugura a los niños en eso: ése es el rol fundamental aunque a veces muchas familias inician este trabajo cuando el niño comienza la escuela y ya hay mucho tiempo de desventaja; a veces los niños tienen poca conexión con el mundo del conocimiento. Los papás no necesariamente tienen que ser eruditos en algo, tienen que ser solamente curiosos, ése es el solo requisito para poder estimular a un niño: ser curioso.
- Es importante entonces el apoyo familiar ¿por qué?
- Es fundamental, y no solo el apoyo familiar sino la presencia y la existencia de un vínculo, porque la enseñanza y el aprendizaje se dan en medio de un vínculo, si ese vínculo no está, se vuelve artificial, tediosa, pesada, rutinaria, aburrida, poco estimulante; y el primer vínculo que inaugura el aprendizaje es el de la mamá con el bebé, el primer aprendizaje que lo funda es la teta, saber tomar la teta, el amamantar; entonces si esos vínculos primeros no están enriquecidos, alimentados, el aprendizaje es un camino bastante tortuoso, nadie lo disfruta.
- ¿Hasta cuándo es importante este apoyo de los padres hacia los hijos?
- Toda la vida; va cambiando la calidad, la modalidad, la frecuencia, el sostén, pero la presencia, la permanencia, la fidelidad en la relación, la calidez se necesitan toda la vida.
- ¿Pueden los padres colaborar con la educación escolar? ¿De qué manera?
- Sí, pueden colaborar y la manera es estar abiertos y disponibles al intercambio con el docente, entonces eso hace que se empiece a gestar un trabajo en equipo entre docentes y padres que son en realidad coeducadores. Me gusta mucho usar esta palabra porque educan con, educan junto a, esto es lo que hacen padres y docentes cuando tienen un niño en común. Entonces... colaborar desde la predisposición, desde la cooperación, trabajar fuera de los prejuicios, de no tener ideas muy estructuradas ni mecánicas para poder encontrarse con el docente y viceversa, el docente poder encontrarse con la familia, aunque no responda a una idea previa.
- Por último ¿qué mensaje puede dejarles a los padres?
- Yo en este tiempo lo que hago, por lo que trabajo y por lo que me esfuerzo, es porque los padres podamos comprender que de nuestro crecimiento y de nuestro desarrollo depende el crecimiento y el desarrollo de nuestros hijos; si nosotros no buceamos por dentro nuestros hijos no van a saber muy bien quienes son, si nosotros no leemos a nuestros hijos no les va gustar leer, si no nos conectamos con la vida nuestros hijos se van a conectar poco con la vida; volver a esas premisas básicas de que todo se transmite a partir de un modelo y de un ejemplo en una construcción cotidiana de sacrificio, del esfuerzo, de elegir más allá de lo que la sociedad elije, tener compañía. También los animo a los padres a que no críen a sus hijos en soledad, que críen en compañía, porque somos seres de manada, necesitamos como otras especies criar a nuestros cachorros en manadas, por eso es bueno tener un buen vínculo con los docentes y a su vez, los docentes tener un buen vínculo con los padres.-

Desde Córdoba - por Federico Grosso - docente - untrebol@hotmail.com








 

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