Destacan la presentación de "Voces de
la Patria Baya" en el festival de Cosquín
Santa Rosa - Esta madrugada después de las
3.30 se presentó el espectáculo "Voces
de la Patria Baya" en el festival de Cosquín,
y dos sitios digitales destacaron el despliegue de
la canción pampeana.
En la página folkloreclub.com.ar, Marina Cavalletti
escribió que "La Pampa se instaló
en el 'Atahualpa Yupanqui' con el espectáculo
'Voces de la Patria Baya' que transitó lo más
hondo de un cancionero casi olvidado. Así,
Edith Rossetti, Delfor Sombra, Lalo Molina, Libresur,
Oscar García y Marcela Eijo le dieron nueva
vida a obras como la huella 'La confinera', la cueca
'Aura de la despedida', la milonga 'Distancia', nuevamente
una huella: 'De ida y vuelta'; y finalmente el aire
de malambo 'A sabiendas'. Con talentosos bailarines
en escena, la propuesta de Rossetti fue una muestra
de calidad vocal, poética e interpretativa".
El sitio entrerriano analisisdigital.com.ar, publicó
la crónica escrita por Manuel Lazo, quien se
quejó de que la presentación pampeana,
"esa finísima joya engarzada con el vuelo
poético, la música y el canto de La
Pampa", quedara "relegada a una larga madrugada".
Fuente: Diario "La Arena" Secc. Cultural
- Jueves, 28 de Enero de 2010
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28/01/2010 http://www.analisisdigital.com.ar , de
Paraná Entre Ríos
Esta noche cantará El Chaqueño Palavecino
En la octava noche de Cosquín, lo bueno fue
breve
Por Manuel Lazo (Especial desde Cosquín para
ANALISIS DIGITAL)
En este festival que está cumpliendo
50 años, y que fue modelado por verdaderas
glorias del cancionero argentino cuyos nombres son
citados cada noche como referencias fundamentales
del verdadero fenómeno en el que se fue convirtiendo
con los años, aún hay cosas que resultan
difíciles de comprender. Da la sensación
de que en nombre de la diversidad, Cosquín
puede permitirse darle horario central y todo el tiempo
que necesita para su “concierto” a un “galancito”
de culebrón que se presume de buen cantor y
acotar a escasos 12 minutos a artistas cuya jerarquía
les ha permitido alcanzar reconocimiento internacional.
Lo primero es producto de los fabricantes de “etiquetas”
inventadas para el negocio, y lo segundo, el arte
exaltado en su máxima expresión.
Esta rara convivencia pareciera ser la matriz misma
de esa contradicción de la que Cosquín
no puede o no quiere desprenderse.
Esto fue exactamente lo que ocurrió en la
octava noche que se inició con la calidad
de las cuatro voces corales de Opus cuatro y que
tuvo luego la atractiva propuesta del grupo mendocino
Yatiri (todos ex Markama), el talento de Luna Monti
y Juan Quinteros en una juntada memorable, el virtuosismo
de Raúl Barboza, la calidad de Mota Luna,
el excelente proyecto Sanluca con Raúl Carnota,
Franco Luciani y Martín Bruhn, la impecable
actuación del grupo Vocal y Arena de Venado
Tuerto, ganadores del Pre Cosquín y hasta
el buen dúo mendocino Los Amanecidos. Todos
debieron pasar frente a la mayoría de un
público conformado por adolescentes que esperaban
la voz chillona de Luciano Pereyra con un repertorio
que no registra antecedentes de cambios y que, en
consecuencia, resulta previsible y aburridor por
lo recurrente.
Para colmo, Voces de la Patria Baya, esa
finísima joya engarzada con el vuelo poético,
la música y el canto de La Pampa, y que reúne
a Edith Rossetti, Delfor Sombra, Lalo Molina, Libresur,
Marcela Eijo y Oscar García, quedó
relegada a una larga madrugada en la que debieron
esperar también Las Voces de Montiel y hasta
la prolífera familia Carabajal con Cali,
Musha, Walter, Peteco, Cuti y Roberto.
La anunciada Cacharpaya, con Mario y Alvaro Teruel,
Los Tekis, Facundo Toro, Coplanacu, Sergio Galleguillo,
Los Carabajal y Canto Cuatro, entre otros, comenzó
en la Plaza Próspero Molina cuando estaba
amaneciendo y terminó con el sol bien arriba
en el Balneario La Toma, como en los viejos tiempos
y con todos los cantores en el agua repitiendo el
antiguo ritual del bautismo en el cauce del viejo
Río Cosquín.
Luciano Pereyra fue el nombre para la taquilla
de la octava noche del Cosquín de Oro. Y
aunque lejos, muy lejos, de completarse la capacidad
de la Plaza Próspero Molina, el bonaerense
de Luján, tuvo en la platea y en tribunas
a ese público de adolescentes que incondicionalmente
lo acompaña en sus presentaciones. Cantaron
con él e hicieron escuchar sus voces estridentes
en alaridos de admiración con los juegos
de seducción que el baladista proponía
desde el escenario y que por momentos resultaron
vulgares y desagradables. Manifestó, por
ejemplo, que la noche era ideal para hacer “cucharita”
y hasta se subió a una tarima a mostrar su
habilidad para mover la “colita”.
Más preocupado por atraer con su condición
de “galancito de culebrón” que por mejorar
su propuesta artística, Luciano Pereyra,
se arregló su cabello durante todo el show,
se quitó el saco arrancando la exclamación
de las niñas y su aguda voz repitió
canciones románticas de un repertorio que
no registra antecedentes de modificaciones.
Poco tiempo para tanto talento
Raúl Barboza, el gran maestro del acordeón
cromático apenas tuvo tiempo para interpretar
cuatro temas de su amplio repertorio en el que incluyó
Los saltos del Guayrá y el rasguido doble
Cadencias. El gran estudioso de la cultura del Guarán
que en diálogo con ANALISIS DIGITAL afirmó
que “el chamamé está relegado sólo
por algunos porque para muchos es la vida misma”,
durante su actuación rindió homenaje
al gran guitarrista Horacio Castillo quien perdiera
la vida en un trágico accidente ocurrido
en la autopista Rosario – Santa Fe, interpretando
el tema “Pombero” del que es autor quien por diez
años fuera su guitarrista.
A la comisión de Cosquín, tan proclive
a los reconocimientos a los artistas que forman
parte de la historia del Festival, se les pasó
por alto el dato de que Raúl Barboza estuvo
en la primera edición de Cosquín junto
a Ariel Ramírez.
Una juntada de lujo fue la que protagonizaron Luna
Monti y Juan Quinteros. El espacio de ambos fue
también breve, y aunque no pocos se quedaron
con ganas de más, a ambos les alcanzó
el tiempo para hacer una ostentación de creatividad
y buen gusto. La Chaya de un viñador, el
escondido Sacha Puma y una impecable versión
del El cosechero de Ramón Ayala interpretada
casi a capela con el único acompañamiento
de percusión, despertaron la admiración
del público.
El Proyecto Sanluca, compuesto por Raúl
Carnota en guitarra y voz, Franco Luciani en armónicas
y coros y Martín Bruhn en percusión
y coros, reemplazando a Rodolfo Sánchez quien
por razones de salud no pudo estar en Cosquín,
fue otra de las propuestas reparadoras de la octava
noche. El trío, formado en el año
2007 con presentaciones en vivo en el Café
Velma de la ciudad de Buenos Aires, sorprendió
por el ensamble perfecto con El tímido, gato
de Raúl Carnota, Debajo de la morera, zamba
de Virgilio Carmona, la Misky mota, chacarera de
Víctor Abel Giménez y Cacho Tacunau
y El alero de “Machaco” Abalos, temas que a su vez
fueron un adelanto de la música argentina
que mostrarán en Europa en el marco de una
gira que se cumplirá en los meses de agosto,
septiembre y octubre.
Rescate
Los Guaraníes, nombre difícil de entender
en un grupo que no pasa ni por la frontera del género
Litoral, con una ayudita del locutor Miguel Ángel
Gutiérrez, salió a buscar el aplauso
consagratorio. Mezcla de Cantores del Alba y Nocheros
por la voz octava y por los arreglos armónicos,
lograron no obstante levantar al público
de la Plaza del Folklore.
Aunque parecen dispuestos a afirmarse en esa propuesta
con la que relegarán la definición
de una identidad propia que las buenas voces de
sus integrantes puede lograr, cayeron en conocidas
fórmulas con La zamba del negro alegre.
Las cinco voces es un conjunto formado por jóvenes
mujeres salteñas que arrancaron exclamaciones
en los hombres que estaban en la plaza. La propuesta
es audaz y particular, caracterizada por el desparpajo
y por la forma poco convencional de la indumentaria
que utilizan. Una guitarra eléctrica con
vibrato y puesta bien adelante, le da al grupo un
sonido de rock. Cuando se las mire menos y se las
oiga más, algunos descubrirán que
es una propuesta interesante desde el punto de vista
artístico.
Esta noche cantará El Chaqueño
Las apuestas están a la orden del día.
Hay quienes afirman que el Chaqueño Palavecino
reunirá esta noche la misma cantidad de público
que el otro cantor del Chaco Salteño, Jorge
Rojas, quien hasta ahora ha sido el único
que ha hecho desbordar la capacidad de la Plaza
Próspero Molina. La demanda de entradas ha
sido importante y se cree que durante el día
se agotarán las butacas y mucha gente tendrá
que permanecer parada en los pasillos.