Oscurismos profundos
y la nocturnidad acompañan mi senda
La brisa me espera... camino a su lado
miro hacia atrás y veo sus manos
en el reflejo de la lluvia veo sus manos...
miré sin ver que cada camino llegaba a mis pies
conté las huellas que dieron conmigo
y lloré...
Por tantas huellas que encuentro
comparto un abrazo
prometo a los sueños
desnudo su sombra en cientos de espacios
y en el prefacio de las mentes abiertas
mi sombra y su final.
Y la canción que se acaba
y la nación que se apaga
y la tristeza que ilumina las almas
promete no dejar que nos
volvamos duros
para seguir viviendo
para seguir amando
para seguir sintiendo que lo duelos
son nuestros aliados...
la brisa me espera... camino con ella
miro hacia atrás y veo sus manos
en el temblor de mi pecho veo sus manos...

Nuevas alas

Una grieta en la imagen
que el tiempo borra...
de cristal la memoria
de los ojos casi eternos
y la amenaza de que el cielo
rompa en llanto
                  otra vez.
Se perturba una mirada
que ha visto nacer miles de flores
que hoy brilla acalorada
morir también a visto
tantas palabras
como mariposas
pero sin alma
y vuelve a pestañar
para aclarar las ansias
apretando bien los puños
en el pecho
y en el plasma
repitiendo entre los dientes
quien sabe que nostalgias
abrazando en el silencio
una noche casi larga
para ver si por el mismo precio
le regalan más mañanas
y que en la agreste circunstancia
desnude sombras
para hallar o des hallar
                             nuevas alas.

X

Nunca, nunca es tarde
para que las trincheras callen.
Nunca las cobardías ajenas
dieron en la simpleza de primaveras
y hoy las asesinan
y asesinan la luz
y a la fertilidad primera.
Estallan en afonías las miradas.
Que entre muerte y muerte
Sonríen extasiadas
o estancadas.
Quien sabe.
Y clausuramos espejismos
que ayer amábamos
y añoramos sueños
que hoy borramos
y las balas siguen
asesinando sábanas
y nuestros hombres siguen
enamorando batallas
que ya no luchan
Ni por una flor.
Ni por una palabra.
Y sin sospechar
todo habrá muerto.
Y sin respirar seguirán viviendo.
Y ya no habrá más
que un camposanto de ilusiones
y espejos...