Cerca de tu voz
Socavé hasta el fondo de la
tierra; océano adentro.
Llené mis ojos de tinta, en el infinito silencio.
contemplé ciega, la rebeldía de la luna,
la precisión del sol,
la libertad de la naturaleza anunciando primaveras
en cada hemisferio.
Entonces, pulí mi sombra sobre
un cielo de túneles abiertos
y me abrigué, con la música de los pájaros
y el viento,
entre caldenes, espigas y viñedos.
Más guardé, en mi piel,
mi sangre, uñas y huesos
el breve espacio; como cuando un niño abraza
a su madre;
caracolas de seda y miel, sin cárceles ni censuras.
Y abrí las manos de mi voz
olvidada
dejando escapar pensamientos que huelen a ternura
de pan,
de techos, de solitarios, gente, sin resignarme a
la impunidad
ni a los dolores.
Para forjar la palabra, como un lenguaje
de comunicación;
una boca sin fusiles, que renace, lineal, contemporánea;
en la agreste transparencia del mundo.
Final del juego
...A Dani
El tiempo es el juego.
El juego es el tiempo.
Manéjate sabiamente contigo.
Haz a un lado tu máscara.
Cuelga tu formalidad.
Descarta tu rigidez.
Disfruta del festín.
Antes de la hora última;
la emboscada final.
Solitario
En el lento e impreciso
camino de los senderos,
contemplaba la serena
y segura naturaleza,
en los espejos ciegos del universo.
Sin embargo, la embriaguez
de su cuerpo impetuoso,
se dislocaba
en la profana multitud,
buscando el tiempo;
mientras empalidecía
la inexistente dulzura
de sus ojos abyectos;
resultaba imposible concebir
una calma mayor.
Había descubierto,
en el murmullo precoz,
la fragilidad del silencio.
Lejos y taciturno el eco
de sus líneas diseminadas,
como arco iris salvaje;
miraban por vez primera,
casi como una suerte de hechizo,
el breve espacio;
en tanto sin signo…
en cada crepúsculo lunar,
con semblante austero,
rondaba su sombra,
como huésped de ojos abiertos.