Edición digital


<< Volver

Toay- Octubre -2007

Apocalipsis Bar Por Miguel Ángel Rodríguez

 

La ginebra tiene su poesía. Quien lo dude, que escuche a Luca Prodan. Nadie como él entendió el mandato vinílico de la bebida blanca. Él recorrió los antros sagrados, cada uno de los bares, este y aquél banco, esta y aquella mesa, todos lo vasos, cada una de las cirrosis.

La mente despierta, nuestra capacidad de dramatizar el presente, el grito perenne, la ciudadana codicia tras la moneda indecente, todo nace y todo muere en el vaso metafísico embriagado. Puede ser la mortuoria ginebra, el vino misario, un tequila cactáceo, o la cerveza comercial. Cualquier jugo afiebrado, cualquier bebida graduada, el cosmos, y todo no está dicho.

Es que la pampa exige alforja, bota y petaca. ¿Te atreverías a cruzar la helada sin tener las venas enrojecidas? ¿Surcarías el médano de enero sin primero entregarte al destino incierto de la copa?
¿Cometerás tus errores? ¿Los confesarás al dios Vino? Él no te salvará. Pero en su templo tendrás estancia diáfana y pensamiento.

Estas fotos muestran algunos bares de mi pampa central. Algunos son antiguos, otros más nuevos. Todos son de Toay, la Toay mística, chamánica, lujuriosa, elevada.
Observa los espacios, concéntrate en las mesas, fija tu mirada en el ambiente. Encontrarás aire sabio y milenario, verás rabdomantes departir sobre metales ocultos, alquimistas en plena diagramación de construcciones mágicas, sacerdotes primigenios en busca de calma, sosiego y despertar del alma. Verás todo eso, y lo verás en el viejo loco que conversa con su mirada, en el albañil al regreso de la obra, en el peón que sabe de luces, altares y bestias alienígenas.
Míralos, incorpórate al escenario, despierta tu ojo cerrado, conversa secretamente con ellos. El vaso, quizá ya empinado, ayudará. Es un viaje antiguo, necesario, religioso.

El bar te llama. Es tierra y líquido, un éter y el fuego por dentro. Son las puertas, el ser otro, la identidad. Es él y su necesaria decadencia. Entrégate al ritual. La nada espera. Purificación y Toay por mostradores, osamentas colgadas e intervenidas, estufas celestialmente enchastradas de ceniza y carbón.

Hay invocación del vidrio hecho recipiente: vidrio espiritual, vidrio bar. Es el juego de los cristales: unos en la óptica, otros en el vaso. Imperfección de lo perfecto. Perfección de lo imperfecto. Caos. Vida. Bacanal.

Y todo el mundo rankulche me acaricia, a mí, el de sangre inmigrante.
Me dejo fluir. Veo caldenes, jarillas, escucho un puma hablar a mi ser, siendo al zorro convidarme su cosmos. Ya no soy. Soy bar y decadencia, Toay por las tardes. Cielo de los que trabajan, sueño del humo. Bar. Toay. Templo.-


Galería de fotos "Apocalipsis Bar" ....>>>

















 

"La Pensadera" dispone sus páginas para todo tipo de expresión cultural.
Correo electrónico: lapensadera@yahoo.com.ar - TE 498441. Año 2007