- Usted no se ha hecho todavía
ninguna idea -dijo seriamente el alcalde- y yo puedo
continuar mi relato. "Naturalmente a un Sordini
no podía conformárselo con nuestra res-puesta.
Admiro a ese hombre, por más que para mí
es un tormento. En efecto, desconfía de todos,
aun cuando, por ejemplo, conoce a alguien como al
hombre más digno de confianza, probado en innumerables
ocasiones, en la próxima desconfía de
él como si no lo conociera en absoluto, o,
más exactamente, como si lo conociera como
un miserable.
Considero que esto es lo acertado; un funcionario
debe proceder así; lamentablemente, dada mi
forma de ser, yo no puedo observar este principio.
Ya ve como le expongo todo abiertamente, siendo usted
un forastero". (...)
"Uno de los principios rectores del trabajo de
las autoridades es que de ninguna mane-ra se cuenta
con la posibilidad de una falta. Este principio se
justifica por la excelente organización del
todo, y se hace necesario si se quiere lograr la mayor
celeridad en el despacho de los asuntos. Por lo tanto,
Sordini de ninguna manera tenía el derecho
de informarse en otras secciones. Por lo demás,
esas secciones no le habrían contestado absolutamente
nada, porque inmediatamente habrían notado
que se trataba de la investigación de una falta".
- Permítame, señor alcalde, que le interrumpa
con una pregunta -dijo K. ¿No hizo usted antes
una vez referencia a una oficina de control? Según
usted la describió, es de una perfección
tal que a uno se le revuelve el estómago de
sólo pensar que el control pudiese fallar.
- Es usted muy severo -dijo el alcalde-, pero multiplique
por mil su severidad, y todavía será
nada comparada con la severidad que las autoridades
emplean para con ellas mismas. Solamente alguien totalmente
extraño podría hacer sus preguntas.
¿Que si hay una oficina de control? Solamente
oficinas de control existen. Cierto es que no están
destinadas a descubrir faltas en el sentido burdo
del término, puesto que en realidad no se cometen
faltas, e inclusive, si alguna vez se comete una falta,
como en su caso, ¿quién puede en definitiva
decir que es una falta?