SÍMBOLOS
QUE NUNCA MUEREN

Jorge
Ludueña
"LOS
SÍMBOLOS NUNCA MUEREN"
Por Buby
García Córdoba

Jorge Ludueña posando, cuando
vivia en la planta alta de la Escuela
N°5. |
................Dicen
algunos que el tiempo es –en definitiva-,
una dimensión a la que aún resta
descubrir su secreto. Porque –en definitiva-,
el tiempo no existe…….Será
que……¿está asociado
a la memoria…?. Porque si la asociación
– tiempo-memoria- es tal, indudablemente
no puede estar limitada a la existencia individual.
Caso contrario, a la desaparición física
de cada individuo, al menos la memoria caducaría…..Ello
en caso que fuera propiedad exclusiva y excluyente
de cada individuo en particular. Pero no es así.
Porque existe la memoria colectiva. Y si esto
vale para la memoria….¿que decir
del tiempo…?.
En ese transcurrir de tiempo –de ese que
“podemos” o hemos “determinado”
medir-, surgen hitos que nos permiten marcar distintas
épocas. No importan las escalas, los lugares
ni los momentos…Debemos recurrir a antes
de…., después de……..,
o a partir de …….
................Cada
lugar…, cada momento…., tiene su “desde…”
o lugar y momento histórico a partir del
cual “se arranca…”. Y de allí,
su proyección a futuro. Siempre hay un
hecho –cósmico, geológico
o meramente “histórico”, (de
alguien de existencia real), que marca el comienzo
(o el final) de algo –tangible o intangible-,
que se transforma en un símbolo.
................Hace
–diría-, apenas unas pocas horas…,
algún par de días, …¿qué
importa?……, se nos ha ido de este
“mundanal ruido” el entrañable
y querido Jorge Ludueña. Para viejos habitantes
de Toay un humilde, respetado y respetuoso vecino.
Además: un ejemplo de corrección,
laboriosidad, seriedad, disposición, honestidad,
lealtad y dignidad. En definitiva: un compendio
de valores. Y para muchos también un símbolo.
Porque esa suma de valores –en el caso de
una persona-, da como resultado precisamente eso:
un símbolo. ................Porque
se entiende que el símbolo es síntesis
de valores y de virtudes; que encarna y representa
los mejores sentimientos y los mas altos ideales
de sus congéneres.
Se nos fue faltando apenas poco mas de un mes
para que Guardia del Monte cumpla sus Bodas de
Oro. Solo restaba un breve espacio de tiempo para
que en el inminente 1 de enero, pudiera acariciar
una alborada distinta, llena de recuerdos y nostalgias.
Es que –solo cincuenta años atrás-,
Jorge Ludueña se constituía en el
primer presidente de la institución. Y
tras suyo nos encolumnábamos algunos inexpertos,
confiados en su experiencia, en su irreprochable
honestidad, en su prudencia y determinación.
................Nacido
en un hogar paupérrimo, su vida fue una
permanente entrega y un derroche de enorme sacrificio.
De chico debió empezar a trabajar para
ayudar al sustento del prolífico hogar
paterno. Mientras sus hombros se llagaban por
el peso de las bolsas en época de cosecha,
su frente se perlaba del abundante y salobre sudor
de un estío inmisericordioso, que reclamaba
su cuota de esfuerzo para entregar el grano apetecido
que –transformado-, llegaría a las
miles de mesas. Planchada, estiba, buche, eran
términos familiares que sus piernas sufrían
y su cuerpo soportaba en interminables jornadas,
hasta que la noche tendía un manto fresco
que solo servía de breve bálsamo,
hasta que el sol comenzara a clarear y despuntar
en el horizonte, para volver a empezar…….
Sus manos callosas de hacha y sogas, un día
sintieron la caricia de la harina y sus brazos
se engrosaron amasando pan y galleta en la cuadra,
para que el horno terminara la obra dorando el
elemental alimento.
................Llegó
la edad del enrolamiento y el servicio militar.
Después de ello, el romance con Carola
se formalizó en matrimonio y al cabo de
los años, tres retoños llenaron
el hogar, no solo de llantos, risas, gritos y
susurros, sino de renovadas esperanzas, de reverdecidos
sueños de nuevas y alentadoras expectativas
al siempre unido y ejemplar matrimonio. Pero en
tanto….
................En
tanto estas cosas sucedían, la vida presentaba
alternativas. Alternativas de trabajo, de domicilio,
de oportunidades de desarrollar iniciativas e
inclinaciones, de cultivar vocaciones……
................Jorge
tenía habilidades innatas y condiciones
naturales para muchas cosas. Las mismas manos
que aferraban un hacha, que amasaban la harina,
que acomodaban la bolsa mal “caída”
sobre los hombros, también eran capaces
de hacer un dibujo y luego tomar entre sus dedos
los lápices de colores y pintar el dibujo…..O
pulsando serrucho, escuadra, lija, tenaza, martillo,
clavos y tornillos, hacía maravillas en
carpintería. Por su afición por
los pájaros, su destreza en madera permitía
que fabricara sus propias jaulas y tramperas,
para que el ave en cautiverio no se lastimara
y se sintiera protegido. Porque sumaba a ello
una gran capacidad de imitación de los
sonidos de muchas aves y animales. Y una vista
envidiable….
................Disfrutó
del placer del campo junto a “Pocholo”
Martínez y don Julio de Paz (por solo mencionar
a dos de sus mas dilectos amigos), aunque mas
no fuera por escuchar los sonidos de la llanura
y el gorjeo del monte…., aunque mas no fuera
por rivalizar con el cardenal, el zorro, la vizcacha,
el jilguero, la vaca, el chingolo….O por
montar el “criollo” atado al palenque
para hacer “rejunte” de hacienda……

PARADOS: Agustín Bachelo - Felipe
Delarada - Antonio Delarada - Miguel
Cipriano - Jorge Ludueña.
Mirta Sposaro de Cipriano- Teresa Delarada
(niña) - Susana Delarada (niña)
- Juan Carlos Delarada (niño)
- Carlos Delarada. |
................Eran
épocas que cuando se salía de caza
las reglas se auto imponían. No existían
–no era necesario- normativas que “regulaban”
esta “actividad”. Tampoco existían
los “cotos” de caza. Ni el “negocio”
o “industria” turística promocionados
hasta en Europa. La gente que cazaba por ese placer
de logar una presa, practicaba la actividad como
esparcimiento. Y en muchos casos, para arrimar
algo a la raquítica olla. El gusto de cobrar
alguna perdiz al vuelo o una liebre a la carrera
alentaba a muchos a “salir al campo”
y caminar, portando alguna escopeta del “14”
y alguna “22”, generalmente de un
solo tiro. Y Jorge, junto a don Felipe y sus hijos
Antonio, Carlos y Lito, y “Pochi”
Pérez, integraban un grupo, que hasta preparaban
sus propios cartuchos. La vista de Jorge para
descubrir alguna presa era formidable. La que
nadie veía, Jorge descubría. Y la
“aventura” terminaba junto al fuego,
adorando el asado que se iba cocinando lentamente
a la parrilla.
................En
el segundo lustro del ´50 fue nombrado portero
en la Escuela Nº 5. Desde su modesto trabajo
se constituyó en un puntal por mas de tres
décadas. Dedicación a tiempo completo.
No tenía horario, ni no laborable, ni domingo,
ni feriado. A la hora que fuera, el día
que fuera y para el trabajo que fuera: allí
estaba Jorge. Portero, mensajero, cartero, pintor,
carpintero, preceptor, improvisado maestro, director
“subrogante”, electricista……,
pendiente de todo: que las campanadas sonaran
exactamente a la hora indicada, ya sea convocando
a clase o marcando el inicio y finalización
de cada recreo…., mañana y tarde.
Y cuando la actividad vespertina cesaba, limpiar
aulas, galería y patio cubierto. Luego,
preparar leña y estufas para la mañana
siguiente. Además, durante la jornada,
preparar y entregar la “copa de leche”
para todos los chicos. Y Carola dando una mano……En
vacaciones, reparar bancos…, repintar pizarrones….El
depósito era también parte de sus
responsabilidades: por eso nunca faltaban materiales,
ni tizas, ni tinta, ni mapas…..Celoso de
los bienes bajo su custodia, podía responder
por ellos a la menor consulta de inmediato. Y
cuando se venían las celebraciones de los
“75” del establecimiento, y se construyeron
nuevas aulas, ahí también estaba
dando manos de valor inapreciable. Al haber mas
espacio cubierto, se pudo armar un escenario acorde
a la nueva situación. Y ahí está
el escenario mudo testigo de su espíritu
creativo, de inagotable vocación de servicio…!!.
................En
un momento, estando desocupada la casa del Director
se encontraba al frente de la Escuela la señora
Nelly González de de Paz. Como Jorge vivía
en la reducida casa destinada al portero, con
sus tres hijos, logró que las autoridades
de Educación permitieran a Jorge habitar
la planta alta. Fue un acto de estricta justicia
del que Jorge nunca olvidaría ni dejaría
de agradecer a la señora Nelly su preocupación
y su gesto.
................Cuando
se funda el club, Jorge encabezó la comisión
de los jóvenes entusiastas de la idea.
A partir de allí, siempre siguió
ligado a la entidad, colaborando incluso como
preparador físico de diversas disciplinas
y hasta como entrenador de chicos con vocación
atlética. Por eso y muchas cosas mas quienes
compartimos con él tantas jornadas, se
transformó en un símbolo.
................Pero
como si fuera poca la actividad que desplegaba,
habiendo comprado un terreno, un día decidió
que era hora de pensar en levantar “el rancho
propio”. Y como los recursos eran muy escasos,
decidió un día comenzar a construir.
Las mismas manos que dibujaban y pintaban; que
había amasado pan, que había empuñado
un hacha, la emprendieron con las paredes. Esta
vez la pala no fue para “hacer quinta”
o plantar árboles: fue usada para cavar
los cimientos del futuro hogar. Y la cuchara que
blandió, no fue la de la sopa, sino la
de albañil. Barro y ladrillos; cal, arena
y cemento….., y poco a poco, las paredes
fueron elevándose como brazos extendidos
al cielo dando gracias, sosteniendo en alto la
fe y la esperanza.
................A
veces alguna dolencia afectaba sus movimientos.
Pero por encima de los dolores, sacaba fuerzas
para cumplir con su trabajo o para no faltar a
los entrenamientos de los chicos, a quienes no
solo alentaba en las prácticas deportivas,
sino que sus “clases” inculcaban normas
de conducta fundamentales para una vida sana también
en cuestiones éticas, morales e intelectuales,
pues “machacaba” sobre la aplicación
que en los estudios se debía tener y no
se debían descuidar pensando solo en la
diversión y el entretenimiento.
................Cuando
ya la edad fijaba límites insuperables
para asumir responsabilidades, se mezclaba entre
la multitud dominguera ( ¡entre la parcialidad
visitante, para pasar mas desapercibido!!), para
asistir de espectador a ver a su Guardia del Monte
en algún partido de fútbol.
................En
los últimos años la vida no fue
piadosa contigo, querido amigo. Te fue comprimiendo
en espacio; te quitó uno de tus dones existenciales
mas desarrollados: la vista. Pero –paradójicamente-,
dio mas brillo a una de tus mejores virtudes:
el estoicismo. ................Fue
–quizás-, la prueba mas dura para
hacerte acreedor a algo que jamás quisiste
aceptar: tu condición de Símbolo.
Símbolo de una época (o de todas
las épocas); símbolo de una generación
(o de todas las generaciones); símbolo
de quienes estamos sedientos de ejemplos edificantes,
en todos los niveles, en todas las instancias,
de todos los valores…….Símbolo
porque has de ser –hasta el final de mis
días-, aquel “ejemplar” (y
ejemplo), que se remonta a mis primeros recuerdos,
de ya seis largas décadas, de los que –ya
sabes porqué-, prefiero no hablar, porque
no hacen a la “cuestión”, ni
tampoco quiero –ahora-, discutir contigo
sobre tus valores éticos y morales y tu
significado trascendente en este pequeño
pueblo nuestro. Sobre todo, para quienes compartimos
tantas e inolvidables cosas juntos.
................Los
símbolos nacen…. para no morir…No
importa donde vean la luz…. no importa su
condición social…. no importa su
condición económica…No importan
la situaciones de hecho ni circunstancias. En
definitiva, Jesús nació en un pesebre,
y su llegada divide la historia de la humanidad
en dos grandes etapas: antes de… y después
de…. Sí importa que representen valores
y sean la síntesis de sentimientos e ideas,
de sueños y esperanzas. ................Valores
que predicaste –entrañable Jorge-,
con muy pocas palabras pero con un caudal incontable
de ejemplos. Por eso –para los de Guardia
del Monte-, resultas todo un símbolo. En
pocos días mas, cuando el club cumpla sus
primeros 50 años, igual escucharemos tu
voz dando el “Presente”, como todos
los días en medio siglo.
................Se
nos fue hace algunas horas……, unos
días….¿que importa cuánto
tiempo?. Porque, sin perjuicio del dolor que causa
la ausencia……, prefiero refugiarme
en el título: los símbolos nunca
mueren!!.-

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